Las fosas clandestinas en
Guerrero y la indolencia de la clase política en Guerrero
Desde que se inició la búsqueda de
los 43 estudiantes secuestrados por policías municipales al servicio del crimen
organizado en Guerrero se han localizado 19 fosas clandestinas conteniendo
restos humanos. 4 de ellas estaban sin utilizar, lo dramático es que se
encontraban listas para ser empleadas, esperando para ser inauguradas.
Lo cierto es que la búsqueda de
los estudiantes de Ayotzinapa ha tenido entre sus consecuencias no deseadas el
hecho de develar otros asesinatos y el de comprobar lo fácil que es para los
miembros del crimen organizado el asesinar impunemente a ciudadanos y
ciudadanas a la hora que quieran y desaparecerlos ante la total prostitución
del estado de derecho en Guerrero.
En estos momentos diversas
organizaciones sociales anuncian en dicho estado la toma de las 81
municipalidades. Dicha acción es una medida desesperada en contra del sistema
narco político a nivel municipal. En todas ellas las policías municipales
sirven a los intereses de las organizaciones criminales y ellas operan en
colusión con las autoridades políticas: Los alcaldes.
Los días que se vienen para
Guerrero son cruciales para todo México, el costo de permanecer en silencio
antes décadas de atrocidades ya es demasiado alto. La exclusión política
generada por el sistema político ya es insoportable. El marketing político ha
sido rebasado por una cruel realidad, parecería que en esta ocasión las
despensas de alimentos y los regalos electorales ya no van a ser suficientes.
La gente quiere a sus hijos y la lógica del miedo y la miseria impuesto por los
gobernantes ya perdió piso. Estamos asistiendo a la frontera de la dignidad. ¿Cuántas
fosas clandestinas tendremos que hallar en Guerrero? ¿Cuántos jóvenes tendrán
que ser asesinados para que las autoridades y la clase política entiendan que
ya nos les creemos nada y queremos que se vayan?
Dicen los comentaristas y
analistas acólitos del sistemas político que lo mejor es que el actual
Gobernador de Guerrero continúe en el cargo, que es importantísimo no generar
ingobernabilidad, que lo que importa es la paz social, pero estos señores, que
desprecian la vida de los sencillos y sencillas, que adoran la cultura del
borregismo social, que adulan la cultura de las despensas políticas, no
entienden, no saben lo que significa tener un hijo, una hija desparecida. Y por
eso hay que decirles que hay penas que no se negocian, que hay ausencias que no
se pagan y que hay daños irreparables, imposibles de arreglar con programas
sociales sacados del sombrero de la impunidad del Estado.
La única solución, que parece ya
imposible se expresa en los gritos de los jóvenes universitarios: ¡Vivos los llevaron,
vivos los queremos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario